Este proceso ha sido bastante físico, el cual ha traído aperturas mentales por vivencias pasadas, que uno cree asumidas o superadas, y que quizás vuelven recordarte, o simplemente a mostraste algo. Si bien el aeroyoga es de fuerza, lo he aprendido a disfrutar desde el juego y no desde mi capacidad física que además se que requiere un entrenamiento, por lo que lo he disfrutado y me ha conectado con mi niña, que busca posibilidades y explora con ellas, al verlo y sentirlo de esta manera lo disfruto. Si puedo visualizar cambios físicos y mentales, y esta oportunidad ha predominado en mi la fuerza, era algo pendiente, tanto física como mental y es maravillo como la vida misma te presenta lo que necesitas. Este proceso lo he disfrutado desde la risa, caerme, lo torpe, lo pequeña y ancha, lo simple y este es solo el comienzo de exploración, es un arte como lo demás y así mismo quiero disfrutarlo, desde el “devenir del cuerpo