Paloma Calderón

El cambio más fuerte fue en mi entorno (familia); el que yo empezará a cambiar, alejarme de lo que no sintonizaba conmigo. A medida que las clases avanzaban fui sintiendo el cambio poco a poco. Empezaba a llorar en las meditaciones, era una especié de liberación de mente cuerpo y espíritu. En el plano físico mejoré mi postura. Ya no me juzgo a cada rato por mi peso, como lo hacía hace un año atrás (ahí era constante el sabotaje que me hacía a mí misma). Me eh ido liberando de viejos patrones de conducta. El de pensar que yo no serbia para ninguna filosofía del yoga, pues claro que puedo y en mi caso es la meditación. Solo me queda dar las infinitas gracias por haber sido participé de esta bella experiencia. Sin duda la Paloma año 2020 ni se compara a la 2021. Gracias, gracias, gracias

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