En el transcurso de la formación de terapeuta pude experimentar muchos cambios y beneficios, al comienzo recuerdo una mujer insegura, irritable cuando las cosas no funcionaban, ya que cuando algo no salía según lo planeado me cuestionaba muchas cosas y me frustraban esas situaciones, me costaba mucho verlo desde otra perspectiva, antes era una persona la cual sufría demasiado de ansiedad y depresión. Al pasar por este diplomado siento que literalmente la persona que sale de aquí es otra, cada día más serena, y confiada. Hay algo que quisiera destacar que se ha vuelto muy interesante, cada vez que sucede algo sea bueno o no, pasa que reflexiono mucho últimamente, desde el lado positivo, pero sin juzgar y llego siempre a un punto de ver a la persona que hay detrás de esa emoción enojo, frustración, etc. Siento que esto me ayuda a comprender las cosas desde otro punto de vista, como aquellas heridas sin sanar. Estoy convencida de que voy por un muy buen camino en donde nadie me apura y solo me dejo fluir, he llevado a mi vida cotidiana muchas herramientas que aprendí aquí y eso me ha servido para trabajar en mi misma y a identificar por ejemplo cuando tengo ansiedad o porque me quiere dar. Siento que ha sido un crecimiento personal que abarca toda mi vida como la autoestima y la aceptación, el no juzgar, ni tampoco juzgar ni ser crítica ni dura conmigo misma partiendo desde el entendimiento que todos hacemos lo que creemos mejor o lo que está a nuestro alcance. Siento que tengo los recursos para hacerlo, me siento contenta y tranquila con la transformación que he hecho en mi este último tiempo.