Durante la formación experimenté varios cambios a nivel físico, mental y emocional.
Si bien fue un gran desafío iniciar este profesorado, pues, no tengo práctica física en mi vida, de ningún tipo, me motivo el estudiar algo que me ayudara en todas mis áreas.
Fue una sorpresa darme cuenta que fui conectándome más conmigo misma, los ejercicios de respiración me guiaron en gran medida en tomar más conciencia de mi ansiedad y mis distintos estados afectivos.
Comencé a conectarme más a mi cuerpo, esto fue muy difícil, pues. no es algo familiar para mí. Pero comencé a cuidar de mi físico, de mi alimentación y activación física. Logrando más flexibilidad en mi columna, disminuyendo significativamente dolores lumbares, de ciática, etc. Si bien aun me cuesta llegar a varias posturas, gradualmente pude hacer varios avances, luchando con mi ego y ansiedad constantemente.
Entendí que el yoga integral me permitió desde el respeto y conciencia de mi propia naturaleza avanzar gradualmente a todas las prácticas que se realizaron.
Aun me queda mucha práctica para poder compartir este conocimiento y ayudar con él a las personas que se intereses en trabajar desde esta área.
Mucha gente de mi entorno comenzó a decirme que me veía bien, fluyendo mejor manera. Es un largo cambio que llevo en el manejo de mi ansiedad, pero puedo decir, que el proceso vivido en el profesorado me facilitó el aprender a llevarme mejor conmigo misma, darme pausas y principalmente desde la respiración consciente avanzar en mi propio desarrollo integral, aceptando la vida tal cual para equilibrarla en todo sentido.
Eso tiene el yoga integral no te envuelve en dogmas o te exige un modelo a seguir, sino que se enfoca en encontrar tu propio desarrollo. Cuidándote sin límites estrictos, procurando que cada una lleve el yoga desde la esencia de cada individuo.
Gracias Gracias Gracias